viernes, 4 de diciembre de 2009

Reportaje

Generan diversos trastornos entre los usuarios.

Redes sociales: El vicio de la era tecnológica.

Facebook cuenta con más de 350 millones de usuarios.
Usuarios pasan hasta 5 horas conectados a las redes sociales.



Roberto Argüello V.
crav14@hotmail.com




Por años, los padres se han acostumbrado a educar a sus hijos bajo el firme régimen de no consumir alcohol, no probar los cigarrillos, y que ni siquiera les pase por la mente alguna droga ilegal. Pero al parecer, la tan llamada generación “X”, esa nacida a partir de mediados de los años 80’s no recibió ningún consejo que los preparara a afrontar lo que sería el vicio del nuevo milenio: Las Redes Sociales.

Las redes sociales, básicamente, comienza cuando una vez montado el soporte técnico, un grupo de iniciadores invitan a amigos y conocidos a formar parte de la red social, cada miembro nuevo puede traer consigo muchos nuevos miembros. Los usuarios de las redes sociales, se sienten atraídos por la gran cantidad de opciones que le brindan, desde fotos, videos, juegos, intercambio de mensajes rápidos, conocer personas de diferentes lados del mundo, aplicaciones, entre otras.

Alrededor del año 2002, comenzaron a surgir las primeras redes sociales. Friendster, Tribe y My Space fueron las que inicialmente se hicieron más populares entre los cibernautas, al hacer su aparición en el 2003.

Otro ejemplo de esto, es Facebook, una red social enfocada a estudiantes, que al 1 de Diciembre del presente año, registra más de 350 millones de usuarios registrados. My Space y Twitter, también ocupan un lugar muy importante en la lista de las redes sociales más utilizadas.


Según un estudio realizado por Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, España, en las redes sociales se puede entrar en contacto con muchas personas a las que no se conoce en la realidad y a las que no se tiene acceso; "Este hecho atrae a quienes apenas tienen una red social formada, que tienden a sobreexponerse para ser más conocidos: mandan fotos, chatean y cuelgan fotografías incluso de su intimidad", acotó Echeburúa.

El catedrático piensa que las nuevas tecnologías permiten que con un solo clic la persona pueda desinhibirse rápidamente, crear identidades falsas o dar una imagen propia que no corresponde con la realidad lo que genera una tensión emocional que favorece la adicción.

La adicción a internet suele afectar a las personas que psicológicamente o por la edad son más vulnerables. Un grupo al que hay que prestar especial atención son los adolescentes porque reúnen características de riesgo: impulsividad externa, necesidad de relaciones nuevas y autoestima baja. Uno de los indicadores más claros de que se está cayendo en una dependencia es la imposibilidad de controlar el tiempo que se quiere estar conectado y la única terapia frente a esta adicción es evitar los factores de riesgo.

En el país no se manejan cifras exactas de cuantas personas son adictas a las redes sociales, ya que es una tendencia, que no ha sido medida, en instituciones como el Instituto sobre el alcoholismo y farmacodependencia (IAFA) que no tienen un departamento para tratar otras adicciones que no sean las antes mencionadas.

El comportamiento típico de un adicto a la red social es muy particular. El cibernauta se siente realmente popular cuando alguien le “etiqueta” en una foto. Le hace sentir que realmente tiene una oportunidad de mostrar a los otros cómo sobresale entre los demás. Un adicto se siente halagado hasta con el más mínimo contacto o visita a su perfil: su ego agrandado generalmente lo toma como una señal de que la persona desea flirtear con él o ella.

Se siente orgulloso(a) de sus “amigos” a los que nunca ha conocido (y tal vez ni conocerá...) personalmente. Tan pronto como conoce a una persona en la vida real, apenas puede esperar llegar a su casa para buscarla en alguna red y leer su perfil.

El adicto a las redes sociales por excelencia crea grupos, a veces hasta con nombres medio tontos u ofensivos del tipo “tiendas de golf”, ‘La “bulimia y los dientes” ó “Para los que creen que Otto Guevara es la reencarnación de Satanás”. Luego emprende su cruzada evangelizadora para hacer unir al grupo a cuanto ser vivo halle a su paso, ya sea que se lo cruce en la comunidad o no.

Una de las máximas realizaciones en la vida personal y social de un adicto es que alguien le desee "feliz cumpleaños" en su pared. Si logra tal cosa, siente que ya ha vivido lo suficiente.

Pero, ¿cuáles son las consecuencias de esta nueva adicción? Según la psicóloga María José García algunos de los trastornos que pueden afectar a las personas, está el dejar de dormir, de comer, no priorizar los objetivos, entre otras.

Un ejemplo de esto es María José Castillo, quien dice atrasarse en ciertas tareas por estar en las redes sociales. “A veces cuando me conecto y me pongo a chatear y a revisar el Facebook me atraso un poco haciendo los trabajos de la U y pierdo tiempo importante, ya que al atrasarme, me acuesto más tarde y pierdo horas de sueño”, expresó Castillo.

Pero no solo este tipo de problemas pueden afectar a los usuarios. Se han presentado casos en que personas malintencionadas se aprovechan de la ingenuidad de muchas personas, para aprovecharse de ellos por medio de las redes sociales.

García indica que es necesario estar muy atento a las personas que uno agrega como contacto a alguna red social, ya que no siempre es con buenas intenciones. “Se han dado casos en que la gente es estafada, ya que el otro usuario, con el que previamente inició una amistad virtual, le dice que se encuentra en una situación crítica y que necesita dinero; y el nivel de confianza del nuevo amigo, es tanta que este le envía dinero prestado. Obviamente, después de eso, el contacto desaparece misteriosamente”.

Algunos otros van más allá de eso, y contactan menores de edad, a los que después de haberse ganado su confianza, haciéndose pasar por un adolecente, se quedan de conocer en algún lugar. Los jóvenes inocentemente asisten a la cita pensando en conocer su nuevo amigo, o su novio virtual, y se encuentran la sorpresa de que ese adolecente de 14 años, en realidad es un hombre de 45 y que las intenciones no son de solo comerse un helado en una tarde de domingo en el parque central.

Ante este eminente nuevo vicio, los padres deben estar preparados, para evitar que sus hijos caigan en este tipo de tentaciones virtuales.

“Si son adolescentes, no deben tener la computadora en su habitación; tampoco deben navegar solos. Se deben enfocar en otras actividades, tales como deportes, musicales, pintura, recordar que su prioridad es el estudio o trabajo”, acotó García.

Para García, es muy importante hacer ver al afectado que tiene una adicción lo antes posible. Los padres que no consiguen arreglar la situación deben acudir al psicólogo que, en los casos más graves, puedan derivar al adolescente a un centro de salud mental donde tenga la posibilidad de ser tratado por clínicos o psiquiatras.

Es claro que es inevitable la invasión de la tecnología en nuestras vidas. Sin embargo, está en nuestras manos el uso que le damos, ya que se supone que fue creada con la intención de facilitarle la vida al hombre. Por lo que lo mejor es darle el manejo correcto y no caer en la tentación de estar todo el día frente a la computadora, ya que tarde o temprano, el trastorno será tan grande, que cuando suene el timbre, revisaremos la computadora en busca de un nuevo e-mail.

1 comentario:

Luis Fernando Mata dijo...

¡Qué torta, después de leer tu artículo creo que me estoy haciendo adicto a las redes sociales. Me gustó el enfoque. Consultaste fuentes documentales y agregaste testimoniales. Bien cantao. Lástimas que no llegaste a la charla de Cristian. Saludos.