martes, 10 de noviembre de 2009

Crónica "El dolor del Tiempo"


15 de marzo: Eran aproximadamente las 8:45 am cuando mi hermana me despertó como atacada. Yo no entendía que estaba sucediendo. ¿Porque me levantan a esa hora? Por Dios! Es Domingo!! Respeten mi sueño.

En situaciones normales me hubiera enojado por tener que “madrugar”, y muy probablemente hubiera pasado todo el día de mal humor. Pero las palabras de mi hermana me hicieron olvidar hora, sueño y demás: “Mae, mami está mal, acaban de llamar de Nicoya que abuelo está muy grave”.

Inmediatamente salté de mi cama, con los ojos un poco achinados por el sueño. No me dio tiempo de decir nada a mi mamá. Ella simplemente se me tiró a los brazos y empezó a llorar y llorar. En el impacto del momento, solo me decía que no sabía que iba a hacer. ¿Como que no sabe que hacer mami? Nos vamos de inmediato para Nicoya.

Son las 9:00 am. El bus para Nicoya sale a las 9:15. Ya no nos dio tiempo. Un primo viene desde Nicoya manejando al mejor estilo de rápidos y furiosos para recoger a una tía. Decidimos que mami se vaya con ellos ya que ella está un poco alterada y no es conveniente que se vaya en bus. Mi hermana menor y yo, nos vamos en el bus de Cañas a las 10:00 y alguien nos recoja en el cruce.
Fueron 3 horas y media larguísimas. En el bus, esperando que el celular no sonara para ninguna mala noticia.

A la 1:35 pm llegamos al cruce y está mi tío “Cabeto” con mi hermano Juan Luis esperándonos. Media familia está “acampando” en el hospital. Llegamos antes de las 2:00 pm, y de inmediato nos permiten ingresar a mi hermana y a mi a ver al abuelo. Mascarilla y tanque de oxígeno son sus acompañantes titulares. Una máquina hace uno de los peores sonidos que he escuchado en mi vida…. Bip.. Biiip… Biip…. Marcaban los latidos del corazón, y si cada segundo no sonaba ya era motivo de estrés. Mi hermana no pudo contener el llanto de ver a un familiar postrado en una cama. Los doctores decían que era cuestión de tiempo. No le daban mucho al abuelo. Yo rezaba para que mi mamá llegara antes de que sucediera lo que ya de por si se veía inevitable. De las 2:00 pm a las 4:00 pm, le dieron dos crisis en las que estuvo a punto de partir… Pero él aguantó, sabía que había familiares que estaban de camino.

Horrible verlo “inconciente”, pero a la vez se le notaban como le derramaba lágrimas. Él estaba sufriendo, y sabía que nosotros también.
Mi mamá llego como a las 4:30 pm. Gracias a Dios le dio tiempo de verlo y hablarle, compartir con él.

Durante el resto de la tarde noche, nos correspondió hacernos un horario, para ver quienes lo íbamos a cuidar. Entre los tíos y los sobrinos más viejos, nos tocaba turnarnos la noche y madrugada.

A mi me correspondió de 10:00 pm a 1:00 am junto con mi hermano mayor y mi prima. Larga noche…. Biip… Biiip…………………………………………….. Biiip…. Madrugada más larga aún…

A las 10:00am ya estaba de nuevo en el hospital cubriendo otro turno. El abuelo no se veía bien, simplemente era esperar un milagro. Ya había superado dos derrames, infartos, y cualquier cantidad de enfermedades!!!! Quien me decía que esto no lo podía superar???

La tarde transcurrió sin mayores sobresaltos. De la casa al hospital y viceversa. Poniéndonos al día entre primos y tíos, que teníamos incluso años de no vernos. “Yo a ella la recuerdo recién nacida y ya tiene 5 años!!” Le decía a un tío al ver una prima tan grande… Como pasa el tiempo… El tiempo… el tiempo… Bendito sea el tiempo… Esos 5 años sin ver algunos primos, los sentí como si solo hubieran pasado unos meses… y por el otro lado, cada segundo que vivía más mi abuelo, era como un año para él…. El tiempo….

Aproximadamente a las 7:00 pm, me voy con mi abuela, mi tía y mi hermano a comer, en un restaurante por la casa de mi abuela. Mientras hablábamos, a mi hermano y a mi nos sonó el celular al unísono.
-“Roberth… Abuelo acaba de fallecer, decía la voz de mi hermano al otro lado del teléfono. Mami está mal.”
Un ok bastó. Mi hermano mayor recibió la misma noticia y al instante los dos nos levantamos. Mi tía y mi abuela nos preguntaban que pasó. Y un poco aturdidos por la noticia, solo bastó decirles que ya había pasado. Suficiente para entender.

Taxi y al hospital… Encontrar a mis familiares en un mar de lágrimas, abrazados unos a otros. A algunos, en ciertos momentos nos tocaba tomar la posición de los fuertes… pero por momentos era imposible. Abrazar a mi mamá y verla llorar es algo difícil. No quiero imaginarme en esa posición, estar llorando por la partida de uno de mis padres.

El luto embargó a la familia… Murió en una de las crisis, mientras una prima estaba adentro. Pude haber estado yo, u otro familiar, pero le tocó a ella.

Tuvimos otra larga noche, la noche de la vela. A mi hermana mayor no le dio tiempo de llegar a ver a mi abuelo con vida por última vez. Llegó a las 11:00 pm con otro tío, mi papá y mis primas. Y mientras todos estábamos en silencio, salió la voz de mi sobrino de año y resto, en ese momento, correteando, jugando y gritando. La inocencia no le hacía entender que acababa de morir su bisabuelo, el no entendía ni sufría…. Como deseábamos muchos esa inocencia en esos momentos para disfrazar el dolor…

Al otro día los actos fúnebres se realizaron en la iglesia de Nicoya. En la Iglesia que fue declarada Patrimonio Nacional. Un acto simplemente conmovedor, ver a mi mamá y mis nueve tíos alrededor del féretro, mientras el sacerdote decía unas palabras. No hay mucho que decir, ni explicar, simplemente había que tragar grueso, y ver como seguía pasando el tiempo… El tiempo…

Después de la misa, tuvimos esa procesión cementerio, duró como 45 minutos, en los que simplemente, cada uno estaba en su mundo recordando muchas cosas, y preguntándonos porque sucedió esto. Porque Dios no nos lo prestó más tiempo? Tiempo… simplemente no es de nosotros, es de él.
A eso de las 3:00 nos correspondió ese momento difícil e incómodo para todos, las últimas palabras, el último adiós… A cerrar la bóveda… Y a seguir con nuestras vidas recordando el tiempo que estuvo a nuestro lado… Ese tiempo que no volverá más que en recuerdos… El tiempo…

6 comentarios:

Fernanda Díaz González dijo...

Pues sí... el tiempo cuando tenemos que ser fuertes!... Muy buena Roberth.. hasta se me empañaron los ojos!

Unknown dijo...

Lo felicito, me conmovio mucho

Rebeca Alfaro dijo...

hay robertito...quien lo diría que leería esa historia tan conmovedora de tí, jeje como que en este curso y el blog has contado mucho de las alegrias y tristezas que has tenido...SALUD robertito por el TIEMPO...

Anónimo dijo...

Mae Mae Mae...no pense que escribieras asi que rajado, demasiada buena esa historia y en realidad si el tiempo... a veces bueno... a veces malo...simplemente el tiempo...mmmm dificil de entender
Adriana!!!

Carolina C.A dijo...

¡¡Como deseábamos muchos esa inocencia en esos momentos para disfrazar el dolor…!!
Sabía frase...

Exelente... Siempre me a gustado la manera como escribe...
Espero nunca pierda ese talento...

Adri dijo...

Te felicito nindo por esta excelente Cronica, definitivamente hiciste q reviviera los ultimos momentos con mi Abu! Gracias esta bellisima!